martes, 24 de diciembre de 2013

Expectativas enfermizas

         


A lo largo de la historia. Muchos cristianos  han mostrado un excesivo  interés, por saber cuando comienza el reino de Cristo. Los primeros en mostrar esa clase de interés, fueron los apóstoles de Jesús. Observe la pregunta que le hicieron al tiempo de su resurrección. Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?( Hechos 1: 6). En los últimos cuatro siglos a sido muy común, interpretar las profecías de Daniel, con una fecha en mira. Sin embargo, demás está explicar, que el libro de Daniel esta repleto de acontecimientos fechados que están en el futuro. Ahora bien, ¿Nos manda el libro de Daniel a resolver enigmas matemáticos? De ninguna manera. No seria amoroso de parte de nuestro Dios semejante reto, además, debido a la imperfección, no todos tenemos la capacidad de resolver enigmas, y nuestro Dios no es parcial para que favorezca solamente la clase súper dotada. Sabemos que Jesús reflejó a la perfección la personalidad de su padre, y el no tuvo distinción de personas. Buscaba a los ricos, los pobres, a los que gozaban de prestigio social, a los que tenían mala reputación, a los iletrados, y a los que tenían enfermedades contagiosas. Entonces, usted quizás pregunte ¿Para qué están esos números proféticos en el libro de Daniel? Pues bien, esos cálculos no están ahí para que saquemos cuenta y esperemos una fecha en el futuro, mas bien fueron puesta allí como testimonio vivo de la infalibilidad de la palabra profética de Dios. Al final de los días, cuando todo halla pasado, usted podrá comprobar que estas profecías se cumplieron en su máxima expresión. Esto mismo pasó con el profeta Daniel con relación a los 70 año. Veamos como: En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. También Dios a Daniel le dio este mandato: Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. Es decir , la investigación de estas profecías (Daniel 9:1,2 y 13: 4).Como vemos, el comprobó después de haberse cumplido la profecía, la fidelidad de la palabra de Dios. Al igual que Daniel, nosotros no estamos autorizados a hacer cálculos de las profecías. Porque  Jesús dijo a los apóstoles: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; Sabemos que las personas que han incurrido en la practica de calcular fechas que están en el futuro, así como también, las personas, que han sido persuadidas a poner fe en una fecha, no lo hacen por ninguna maldad. Mas bien, con esto han demostrado que están despierto y alerta, pues Jesús dijo:  Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.( Mateo 24 42-44).


DEBEMOS TERMINAR CON  LA  PRACTICA  DE FECHAR ACONTECIMIENTOS FUTUROS, QUE ESTÁN DENTRO  DEL HORARIO DE DIOS. 



¿Que se logra con los cálculos proféticos ? ¿Que pongan fe en nosotros?,¿Contribuiremos con esto al adelanto espiritual de los demás ?¿O pretendemos ponernos por encima de los demás cristianos ? ¿No puso Cristo ante ellos la misma perspectiva de vida eterna que ha puesto delante de nosotros? Ya no justifiquemos mas las fechas, para que nuestro amo Cristo no nos haga quedar en vergüenza.  Repasemos en proverbios 11: 2 que dice:   Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría. Cuando ponemos ante el rebaño de Cristo, perspectivas  poco comprobables, y lo persuadimos a creer con todo su corazón, estamos dándole un giro a la vida de esa oveja  del Señor. Cuando ese ser humano cambia de rumbo en la vida, y al pasar los años, ve truncada sus expectativas, la amargura y el dolor invaden inevitablemente los sentimientos de esa persona. Probablemente se eximio de alguna preparación académica, porque pensó, que si el fin estaba tan cerca no valía la pena perder el poco tiempo que quedaba. Muchos  incluso decidieron no tener hijos por la misma causa, algunos ya viejos sin hijos y sin recursos económicos viven de la caridad de incluso personas no cristianas. No es amoroso ni saludable en sentido espiritual, poner ante un cristiano una fecha en perspectiva, y si la pusimos en el pasado, tengamos el valor suficiente para decir me equivoqué.

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